jueves, 6 de septiembre de 2012

PRIMER PREMIO: -ACEPTAR-


Cuarto concurso literario de San Valentín de la Asociación Tierno Galván(2011)


La gaditana María de las Angustias de las Cuevas ha ganado el primer premio sobre un total de 115 trabajos

Un total de 115 trabajos se han presentado enesta edición al certamen, procedentes de diferentes lugares de la geografia española y de Sudamerica. La convocatoria ha sido un gran éxito tanto por la calidad de los trabajos como por el numero de obras presentadas. Los ganadores son la gaditana María de las Angustias de las Cuevas Ramirez, con 'Aceptar', en segundo lugar Santiago Piñeros Serrano, de Bogotá, con 'Conversacion', y tercero el salmantino Pablo Ramos Hernandez, con 'Amor eterno'.





-ACEPTAR-  

Como todos los días, salí de casa a la siete y cuarto de la mañana, tenía prisa por llegar al trabajo. Desde que María vino a sustituir a un compañero, me enamoré locamente de ella, y me pregunto cómo ha podido pasar, pero no hallo respuesta, solo sé que se ha alojado en mi mente y  no dejo de soñar con el momento de verla. Siento verdadera  ansiedad, mientras camino por las calles, aún oscuras y solitarias, acelerando el paso, respirando agitadamente. Yo siempre soy uno de los primeros en picar la entrada en mi tarjeta, enciendo las luces de la oficina y me siento frente al ordenador esperando con inquietud a que llegue. Hoy estoy dispuesto a confesarle mi secreto, hoy, por fin, saldré de dudas.

Para: mariasofia@.........
Asunto: Mi secreto
Texto:

Mi soñado y anhelado amor:
Estoy  aquí, sentado frente a ti con la intención de escribirte una carta, una carta en la que quiero desvelarte algo que llevo callado desde que te vi por primera vez,  pero he cambiado de opinión, la carta se va a convertir en un mensaje y el mensaje será la gran carta en la que quiero desvelarte  ¡por fin!, mi gran secreto; un secreto tan obvio, tan simple, que me causa hasta vergüenza llamarlo así, ¿por qué, si es un sentimiento tan puro debo mantenerlo oculto y escondido ?,  pues tan solo por temor, temor a no ser correspondido, temor a que no sientas lo mismo, temor al dolor de una negativa, temor al dolor en definitiva.
Entiendo que soy un cobarde, prefiero estar imaginándote mía, aunque solo sea en  sueños, a que la realidad haga añicos este castillo de naipes que he construido en torno a ese espejismo; lo protejo ¡hasta de la brisa del viento!,  no quiero que se deshaga, ¡te amo tanto!,
Pero hoy ha llegado el día, hoy quiero que sepas de este amor que siento, que me tortura,  y no tengo paciencia para guardar la carta en un sobre echarla en correos y esperar tu contestación. He pensado que si te lo mando en un mensaje lo verás ahora mismo, y yo seré el  testigo de  tu reacción, con un poco de suerte lo abrirás dentro de un momento, y sabré de inmediato que piensas porque tus gestos te delataran. 
Estoy tan cerca de ti, frente a ti, trabajamos en  la misma oficina,  codo con codo, los dos somos muy amigos, unos buenos compañeros, pero yo muero por ti día y noche, te llevo grabada en mi mente,  en mis sueños discurres cada noche como por tu casa, te has apropiado, sin saberlo, de todo mi yo.
Sin ir más lejos anoche soñé contigo, pero al despertar no estabas, y de nuevo el sufrimiento de una añoranza irreal vuelve a martillearme la cabeza, y vuelvo a sufrir más que el día anterior, temo salir de la duda pero a la vez quiero desahogarme, lo necesita mi corazón,  a ese que ahora bombea la sangre a su albedrío, sin orden ni concierto, a él también le trastocas.
Soñé que tú me amabas, me correspondías; nuestros rostros se  rozaron sin querer, contuvimos hasta la respiración, y sin poder controlarlo te atraje hacia mí y te besé con pasión, pero delicadamente, recreándome en cada milésima de segundo y tú no me rechazaste, quisiste decirme algo, pero yo no te dejé:
-¡No hables!, ¡Tan solo siente! -te dejaste llevar y los dos nos fundimos en un mismo latir de corazón ardiente y delirante, entonces supe que te amé desde mucho antes de conocerte, ¡Dios mío, ni recuerdo el día.....
De repente Antonia acaba de entrar en la oficina, inmediatamente he minimizado el mensaje,  se ha dirigido directamente hacia la mesa de María, y  con un tono socarrón que no me ha gustado nada:
-María, el jefe que vayas -sus palabras me han descompuesto, María se ha sonrojado y ha salido pitando de la oficina, algo va mal, algo no funciona. Ahora Antonia se ha acercado hasta mi mesa y a modo de cotilleo me ha preguntado:
-¿Sabes que el jefe anda liado con María?, acaban de traer un ramo de flores para ella, como es el día de San Valentín por lo visto querrán hacerlo oficial.
-¿San Valentín?, ¿quién? -pregunté sin querer darme por enterado.
- ¡Hijo, que hoy es el día de los enamorados!, y lo de María con el jefe lo sabe todo el mundo. La verdad es que da cierto morbo, los dos trabajando juntos y además siendo su jefe. Pero tienen todo el derecho del mundo, los dos están libres, sin ataduras, ¡Quién fuera ella! -y mientras me hablaba se dirigió hacia la puerta, en ese instante me sentí destrozado, cruelmente despojado de un sueño maravilloso, pero que ya no podía ser, ya nada tenía sentido, entonces, abrí el maldito mensaje y cuando iba a pulsar –CANCELAR-, Antonia se vuelve y me dice:
-Cuando suba María,  cuéntaselo, verás cómo ella tampoco lo sabía. También anda en la inopia como tú.
-Pero ¿no es ella la que está liada con el jefe? -pregunté rápidamente, con un halo  de esperanza en mi corazón.
-No, hombre, no, con María la rubia, su secretaria, ¡Hijo que no te enteras de nada!
Mi María, mi amante nocturna, la soñada, no es rubia, su pelo es negro como el azabache, esos que me embrujan cuando sus rizos juegan con su sonrisa creando una armonía perfecta; entonces ¡no es ella!, mi corazón latió aceleradamente, y enseguida sin dudarlo pulsé:
–ACEPTAR - y  la confirmación del envío no se hizo esperar:
-Su mensaje ha sido enviado correctamente-



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