lunes, 20 de mayo de 2013

Porque no entiendo de qué va esto


“Porque me he levantado por el lado oscuro de la cama”

Head of divine vengeance
De Pierrre-Paul  Prud´hon(1808)





Porque no entiendo de qué va esto,
no sé de qué va el mundo.
Llaman justicia a la que no es justa, 
la que condena a delincuentes de poca monta
no  llegando hasta las alturas,
no llegando a los encaramados de la cima del muro.

Los que gobiernan, dirigen, 
tergiversan, engañan..
Ésos que manejan  los bienes,
las fortunas,
pero que a solo ellos llegan.

Mientras, los de escalafón del medio
les apoyan, se esfuerzan, 
en unos más, en otros menos,
¡Pobres payasos manipulados de gestos!,
que compran mierda camuflada de esplendor,
de chatarra vestida de brillos y filigranas,
de bisutería barata disfrazada de esmeralda pura.
¡Pobres los seguidores de engaños!

Hoy no se apoya al desfavorecido,
-¡Pero, por qué soy el desfavorecido?,
¿por qué me ha tocado serlo?
Porque los  listillos, los poderosos,
los que ahora viven arriba,
los ladrones, los delincuentes,  así lo deciden, 
el poder de lo fatuo les avala.
Y dividen el mundo en dos,
en el norte y en el sur,
el norte está arriba, 
el sur siempre abajo,
aunque ni el este ni el oeste se libran, 
la crueldad también los asiste...
Mueren inocentes, la ley no los cobijan,
 ni la ciencia les socorre,
ni los organismos encargados administran lo correcto.

Lo triste de este perro mundo es que se ha instaurado la indecencia,
mientras unos gritan ¡Quiero mi libertad!, 
y se convierten en seguidores
a pies juntillas,
apoyando al que vende la independencia a precio barato...
¡Inconscientes, analfabetos!,
no comprenden,
no entienden que piden la libertad de los manipuladores,
muy lejos de convertirse en la libertad, 
bella palabra a la que dejan hueca
de significado...

Porque no respetan,
porque acallan los que no apoyan sus propuestas,
las menosprecian, 
las ridiculizan con soliloquios de mentiras encubiertas.
Te empujan al escalón de abajo, al del sur,
hacia el que está  más manipulado.

Suben los impuestos, recortan los servicios
los mayores no ven visos de cambio, 
los adolescente no visualizan su futuro,
los pequeños aprenden de que va eso de la llamada crisis
a golpes de las faltas de los poderosos, 
mientras los suyo ni saben de qué va eso...

Expropian casas, solo de las de abajo,  
cuando los poderosos  poseen cientos,
de las de arriba, de las intocables.
Insuflan a los bancos, 
a esos que ya se quedaron con el dinero que engordaron sus arcas,
pero, claro, solo las de ellos, 
no había para tantos.

De valores precarios,
no me dejan ser creyente, 
pero yo si dejo ser ateo al de al lado, 
al de enfrente.
Los parricidas, las parricidas, campan a sus anchas,
invictos los asesinos, los corruptos poseen licencia, 
se compran los apoyos
a cambio de ilusiones plagiadas.

De cambios de actitudes de sectores femeninos,
de esos que desequilibran el equilibrio, 
porque son los mismos aunque estén en el lado opuesto.
Mientras a unos les ampara el sexo, 
a otros se les repudia,
ahora no merecen justicia, 
no les dejan ni atisbo de jirones donde denunciar su injusticia,
y deben llorar hacia dentro, 
embucharse el alma con sufrimientos,
porque los del sector opuesto silencian la verdad de su contrario,
y  salen vilipendiados, 
esquilados y se suicidan y se inmolan:
-¡Quiero a mis hijos!, tan solo verlos quiero.
Y les responden,
-¿Dé qué va este?, yo soy la propietaria de mis adentros,
 y yo soy la que manda,  y hago lo que quiero.
Por eso ahora no es posible reclamar paternidades,
les ha tocado cargar con el muerto,
con el muerto de sus ancestros...

Los odios se engordan
 cuando el paso del tiempo les debía de haber debilitado,
porque ahora otro es el tiempo, 
porque lo pasado ya pasó, y el hoy es el que cuenta.
Pero los manipuladores manipulan 
las mentes de los mediocres,
y los convierten en sectarios, en verdugos, 
en iluminados de las falsificadas verdades.

Y los separatismos priman,  las vallas, los muros,
los malecones, ésos que me impiden el paso:
-¡Tu eres del sur!, o te conviertes o te expulso, 
porque yo marco las reglas de mis dominios.
-¿De qué dominios hablan?, ¿de qué libertad acuartelada pregonan?
Pero esa es la que ofrecen,  
esa es la libertad que se vende ahora.

Y mi torpeza, mi pudor, mi compostura, 
mi empatía, mis creencias,
mis valores, mi respeto al respeto del que está a mi lado
me impide poner barreras, me impide imponer mis creencias,
me prohíbe poner cotos, 
cotos a la naturaleza,
a la mía a la de otros, a la del mundo,
a los habitantes del norte, del sur, 
hasta del este y del oeste.

Solo se una cosa, 
solo de una estoy cierta
no creo en el ser humano, 
y no me excluyo, yo soy uno de ellos...

Por eso grito buscando la orientación en la brújula fallida,
en la del alma del humano, porque:
-¡No sé de qué va esto que llamamos mundo!,
mi corta inteligencia no llega a las cotas altas,
ni a los altos muros!!!



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