viernes, 17 de mayo de 2013

¿Mi vida???


Joanna Chrobak (1968)



                                                        ¡Qué ocurre!!!,
¿qué son esas fuerzas extrañas qué me atosigan, 
qué me violentan?
Pretenden echarme obligándome a salir,
y yo no quiero. 
Esperaré,
igual cesan las agitaciones 
que  me exoneren del cumplimiento.

¿Por qué ahora?
¿Porqué me atosigan y me apremian?
No las conocía, no las reconozco,
de nuevo están ahí, otra vez ellas.
Pero ¿qué ocurre?, 
¿quién me oprime?,
¿qué hacen?, 
¿qué quieren ahora?

¡Dios, aumenta  mi angustia!,
debo hacer algo, no sé,
me apalancaré sobre la pared blanda,
sobre esta pared tierna y dulce de mi cobijo.

¡Dios qué está ocurriendo!!!, no puedo,
se ha vuelto rígida, áspera,
¡no puedo retroceder!, ¡no puedo!
Me digo, ¡un esfuerzo más!
¡hay que conseguirlo!!
¡no!, ¿porqué todo se ha confabulado?
¿Porqué han fastidiado mi descanso?,
toda mi existencia feliz empieza hacer aguas,
de repente la cabeza me duele.

 ¡Ay, cómo duele!, 
me he quedado encajado en este túnel,
y ¡me duele!, ¡me duele mucho!
Fuera escucho unas voces agitadas,
¿se habrán dado cuenta de mi dolor?
¡No!, ahora son mis brazos 
los que se oprimen contra mi pecho.
Quisiera gritar y no puedo, 
¡ahora mis piernas!, ¡qué dolor!,
las voces son más nítidas. 
¡Quiero salir de aquí!,
voy a empujar. Pronto alcanzaré esa salida,
no la veo y la presiento, 
de repente alguien me tira de la cabeza.

¡Ay, qué duele!, ¡nada!, 
¡nadie se entera!
 ¡Por fin lo he logrado!:
-¡Oh, qué niño tan hermoso!
 Esa voz no la reconozco:
-¡Déjenme ver a mi niño!
A ésta si la reconozco, 
¡por fin la dueña de mi cobijo!

Pero me duele, me duele y quiero gritarlo,
y solo emito un sonido, raro, estridente,
 pero lo logro, ¡por fin el desahogo!
y lo hago con fuerza,  
deben saber ¡qué me duele!

Entonces me invento mi llanto,
y agito mis brazos, y mis dedos,
mis pies, y hasta la cabeza la giro,
y es entonces cuando comienza mi vida.

¡Paradojas de la vida!
¡Discordancias del ser humano!
¡Las pocas luces de esa materia gris, de ese cerebro engendrado!
¡Incultos, ignorantes, zafios, prepotentes, analfabetos del llanto!
¡Indecentes, indecentes, lascivos, lujuriosos!
¡Prepotentes de los excrementos, fieles a los exabruptos de sus bocas!
-¡Esa vida es mía!
            Gritan los posesos de creencia vacía,
los que cimientan la vida en sus cobijos,
-¡Ese es mi cobijo, y yo cobijo, o no cobijo!
           Gritan los dominadores del vacío, de la oquedad,
           del vacío sin vida,
           gritan los genocidas, asesinos confesos.
Y yo también grito,
pero no escuchan,
y me rebelo,
pero no atienden.

¡Pobre ilusos!, 
mi vida es mía,
mi dueño yo, ¡pero solo de la mía!
Porque ahora recuerdo que tengo recuerdos
de otro momento parecido, 
en otro remoto tiempo,
donde entonces fui yo, ese asesino confeso.

Por eso lo grito ahora, por eso me arrepiento,
porque ya cercené una vida, 
ya fui el genocida confeso, el que se quedó con el llanto,
y por eso hoy me arrepiento 
y doy fe de mi dolor y de mi llanto,
y por eso lo grito desde esta vida,
desde este otro lado,
desde el lado oscuro del Infierno!!!





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