domingo, 10 de noviembre de 2013

Dime…


Detalle de la obra “A Flock of Sheep in a Snow Storm”
De Joseph Fargharson (1846-1935)


…Dime,
 en qué espacio me aguardas,
y me convertiré en errante,
en vagabundo rastreador de tus pasos…

Dime,
en que minuto del día,
e invertiré la noche en día,
y remplazaré la brillantez por las sombras…

Dime,  vida,
en esta vida,
o en aquella  otra que aún anda  medio vacía…

Dime donde,
e iré volando,
o surcaré las olas de tempestades y vendavales…

Dime cuando,
y revolveré  las manecillas del tiempo,
para que coincidan en el minuto prendadas…

Dime si estás ahora,
y estaré…
O si estuviste antes,
y redimiré mi alma hasta moldearme en la anterior
o en la futura, y allí me encajaría

Porqué  no sé los sortilegios de que se valieron los sabios.
No sé de los designios que marcaron a fuego los dioses del Universo.
No alcanzo a descubrir donde comenzó el error,
donde el dislate,
donde el disparate de echarte tanto de menos
por no sentirte a mi lado…

Si somos el norte y el sur de una misma brújula,
inservible, fallida,
incapaz de orientar el uno sin el otro…

Somos el negro y el blanco,
que al fundirse, conforman el ideal de la duda y la melancolía,
acaparando el paisaje,
neutralizando la brillantez de la luminosidad cegadora,
y  alentando a la oscuridad de las sombras,
para recrear la exquisitez de la dulzura,
la que se posiciona en la justa medida de las dos fases,
ofreciendo lo mejor,
la mezcla explosiva de la tristeza y la alegría,
de la duda y la certeza,
del equilibrado posicionamiento imperante entre el bien y el mal…,
para que dejen de ser absolutos,
y se conviertan en posibles, siendo  pura perfección
 de tan perfectos…

Porque no alcanzo a descubrir donde comenzó el error,
donde el dislate,
por echarte tanto de menos
tan solo,
por no sentirte a mi lado…

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