jueves, 14 de febrero de 2013

¡A mi soledad, a la elegida!


Publicado en "La Revista de Todos"

De Aureo Lorenzo (2004) (Acrílico y tinta sobre tabla)

¡A mi soledad, a la elegida!
A mi fiel compañera, mi consorte, a la soledad, a la que un día fue por mí la preferida y hoy por mí la traicionada.
         A ti, que estas sufriendo, lo sé, lo siento. Yo te había elegido entre todas, serías mi acompañante, y yo tu fiel amante, tú para mí y yo para ti, sí, ¡has compartido tantas noches conmigo!, ¡pobre confidente, mi fiel aliada! , y hoy sin querer la traicionada.
Puede que tan solo fueras ese tronco de madera al que me aferré con todas mis fuerzas para no zozobrar. Ya había dejado de tener esperanzas, y ¡quizás eso fue lo que me llevó hasta a ti!  No lo sé, trato de justificarme, de encontrar una razón suficiente para aplacar tu furia, tu desengaño, porque sabes que ya no ocuparas el lugar que ostentabas, tendrás que buscar de nuevo, un compañero, emigrar a otras almas que ¡quizás te busquen!,  pernoctar en otros cuerpos, ¡lo siento!, ¡cuando ya te habías acostumbrado a ser mi fiel amante, mi consorte, mi preferida, mi compañera!
     Hoy te han robado tu sitio, hay otra en tú lugar, te han desplazado, y ¡qué culpa tengo yo de quedarme atrapado en su mirada!, yo no quise, te había elegido a ti, mi soledad, mi consorte, mi fiel compañera, ¡Dios, pero esa mirada! Y te revuelves y desde mi interior me gritas, recordándome,
         -¡No estaba sola, estaba acompañada!,   
         -lo sé,  esperaré, ya no hay otra, me quedé atrapado en su  mirada.
Y de nuevo me interpelas:
       -¡Me vengaré! 
        -ya lo has conseguido, sufriré, me quedé atrapado en su mirada.


No hay comentarios:

Publicar un comentario