Noche estrellada sobre el Ródano
De Vincent Van Gogh (1888)
¡Oh desdichado de mí!
¡Oh desdichado de mi
tristeza!
Sintiéndome
desamparado,
sintiéndome un traicionado
sintiéndome un traicionado
por las inestables y
pendencieras estrellas.
Ésas que forman parte de mi
constelación,
pero solo de mi constelación
a medias,
porque la comparto,
porque mitad es mía, porque
mitad es de ella.
¡Mis estrellas son fiables,
Son más serias!
No juguetean, no se escoden
tras una nube grotesca,
ni coquetean, ni son
lisonjeras.
¡Pero las de ella!,
las de ella juegan al no me pillas,
las de ella juegan al no me pillas,
al hoy estoy,
pero no cuentes mañana conmigo.
pero no cuentes mañana conmigo.
Y las mías se quejan,
les avalan la razón de la desventaja,
les avalan la razón de la desventaja,
porque siempre están ahí,
¡siempre se puede contar con ellas!
¡siempre se puede contar con ellas!
Y se quejan las mías,
que quieren formar una constelación completa,
que quieren formar una constelación completa,
para compartir el todo,
para ser una misma esencia,
para ser una misma esencia,
para compartir las noches,
las mañanas,
los días,
las mañanas,
los días,
formando una constelación
completa.
Para ubicar su sitio,
para situarse en el infinito,
para no ser finito,
para dejar de no ser,
para llegar a ser.
Para tener su hogar en esa
esfera celeste,
en el cielo,
en la bóveda del infinito,
donde mi constelación sea
infinita,
donde se observe,
donde se vea.
¡Por eso mis estrellas se quejan, se quejan!,
porque las demás no se implican,
no se complican,
no están dispuestas.
no se complican,
no están dispuestas.
Son ligeras, son lisonjeras,
son etéreas,
son volubles,
tan solo son estrellas,
son etéreas,
son volubles,
tan solo son estrellas,
pero estrellas a medias.
Y las mías reclaman su nombre,
envidian a sus compañeras,
envidian a sus compañeras,
a ésas que son fieles
amantes,
a ésas que forman
constelaciones,
qué no juegan al no me pillas,
qué siempre están porque nunca
se esconden,
regresando un día
cualquiera.
¡Oh desdichado de mí!
¡Oh desdichado de mi
tristeza!,
Desamparado,
traicionado y desolado
traicionado y desolado
por las inestables y
pendencieras estrellas.
¡Ésas que forman parte de mi
constelación,
de mi constelación a medias!
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