The
Girl I Left Behind Me
De Eastman
Johnson (1872)
Para desandar lo andado, por
el camino tortuoso del recuerdo,
por el pasadizo frio,
maloliente, impúdico…,
prosiguiendo el sendero
oculto, libidinoso y lascivo del subconsciente,
hasta encontrar mí sitio,
para establecer mí zona.
Y esquivo la lujuria de los
indecorosos,
las embaucadoras voces, esas que irrumpen en el
silencio,
esas que me tientan a
profanarlas,
porque de mí, ya se mofaron
antes.
Porque no tengo historia,
porque carezco de sus
recuerdos,
y me precipito por el lado
oscuro,
por el patético y tortuoso
queriendo enmendar el
oprobio
del desamor ejercido,
para que se convierta en
desempeñado,
en amor del cultivado.
Para resarcir los lloros de
los limpios,
para ensuciar aún más, el
alma de los indecorosos,
hasta ejercer en mí
historia.
Y descorro el camino
recorrido,
desandando lo andado.
Y esquivo las voces
maliciosas,
las que amedrentaron mi
alma, la ofendieron, la enfangaron
con el fango de herejías y
desatinos,
manchando el inmaculado
espejo,
que refleja mi imagen de ahora,
la de antes
la del comienzo,
desde el inicio del oprobio.
¡Para plantarles cara, y
revolverme de frente!,
con el descaro que me avala
la ilegalidad,
por la infamia, instaurada
por ejercida.
Para encontrar el sitio,
para encontrar el mío, el
que me robaron los malhechores,
los intrigantes de historias,
al de este aprendiz de historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario