“El jardín
de las Delicias” (detalle)
De Hieronymus Bosch
(1480-1490)
Pobres ilusiones
que solo son eso,
Ilusiones,
meros espejismos en
la noche negra…
Cuando la
normalidad
regresa al campo
abonado de batallas.
Su víctima, el
soñador,
el vencido de la mañana,
tras el abandono
incierto qué da paso a la tregua…
Parapetado en
trincheras,
tejidas
laboriosamente,
con ilusiones, sueños,
y una miaja de
esperanza:
y se muestra
dichoso,
y bebe del brebaje
ilusorio.
El que le otorga comulgar
con los dioses,
acariciando, por un
instante,
delicadamente a su
estrella…
Y se queda al
resguardo,
socorrido bajo
el breve Preámbulo
de refriegas,
ése que da paso a
las utopías pasajeras…
Pobre plagio que se
muestra desafiante,
¡qué desune lo
cierto, lo real!,
de las ilusorias
ensoñaciones de la noche negra,
¡convirtiéndolas!,
en rivales de
contiendas…
¡Qué no se
tocan, qué no se palpan!,
Porque la una,
¡desarma, la
esperanza idealizada,
de la otra!!!